lunes, 10 de mayo de 2010

Rescatado

Siento tu mirada punzante, que desea herirme,
Herirme de muerte desearías, para verme yacer
Y ser devorado por tus injurias, por tu pasado.
En la agonía, veo acercarse al Caronte, que me ira
A llevar donde quieres que este, donde el odio
Eterno de tus palabras serán las armas con las que espera
Hades para iniciar mi eterna tortura.
No quiero defenderme, no caeré en tu pecado, te dejare ser.
Le grito que se apure el barquero, y aparece ella, vestida de
Aurora, que me sana, y fortalece con su mirada, me tiende
Su bella mano. Esos ojos celestiales, esa sonrisa refulgente
¿Quién eres? Para rescatarme a mí, un Caín vencido, para que tenga
El beneplácito, de contemplar tanta belleza.
No dices nada, solo me miras compasiva, y lentamente te vas,
Desapareces con los últimos rayos de sol. Y Clamo a los dioses
Que te envíen el mensaje de un resucitado, que me regales
Tu nombre, y una brisa suave, enviada por la compasión de Eolo
Me dice espera el alba. Horas infernales, demonios que acicateaban
La desesperanza, mueren con el destello de tus ojos.
Besas mi frente y musitas que encontrare tu nombre siguiendo el
Camino de los amantes que resignados por el amor negado,
Retornan de sus cenizas para volver a creer

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